sábado, 12 de febrero de 2011

EL Lenguaje del Amor

  Me dejaron  hacer un ensayo sobre el "Lenguaje del Amor" en mi clase de Habilidades de Comunicación.  Obviamente, éste no tiene "La Neta Style", pero creo que quedó bien y lo voy a compartir con ustedes. La Neta, está un tanto elevado... ¡Qué querían! Es romántico, y el amor, nunca se queda en lo mero superficial. Bueno, sin más choro -a todos les chocan los choros- ahí les va mi ensayo:

El Lenguaje del Amor

   Es impresionante como el hombre desarrolla sus dotes  seductoras tan fácilmente cuando intenta seducir a una mujer (y viceversa). Resulta, entonces, que hasta el más analfabeto o mal hablado se  hace poeta. Es que el amor tiene una chispa, una magia, que nos lleva a umbrales insospechados de romanticismo que nos hacen sacar lo mejor de nosotros mismos, aquello que no se compra, más que quizá, con un beso…

“Si supieras, si tan sólo supieras…  las largas horas sin ti pasadas,
¡cómo han dejado en mi alma hondas puñaladas!…
Si supieras cuánto te anhelo, quizá tu alma en tu desvelo, en mi soñara…
Si supieras que sin ti no puedo vivir,
que prefiero morir si no te tengo…
quizá tu desprecio desapareciera.

Mas quiero que sepas, que me ames o me odies,
me olvides, o sólo en mi pienses,
sea  yo tu amor o tu tormento,
en todo momento, mi amor por ti, lo sostengo.
Y todo lo que digo, y todo lo que vivo y sueño
se vuelve nada,  si no te tengo.”

   Los versos que acabo de  escribir son flechazos de Cupido que se transformaron en versos, de un modo tan espontáneo que ni me daba cuenta si escribía o más bien vislumbraba a mi amada… El amor no piensa mucho, sólo ama, y con el amor, las palabras fluyen como el agua entre las manos.

   Mas la seducción  en el lenguaje del amor, no es tan sencilla como parece… Al tratarse de algo tan sublime,  se deben escoger las palabras con cuidado, utilizando palabras con mucha historia, palabras profundas: ojos, amor, intimidad, ternura, juntos, etc.  De no hacerlo, la seducción amorosa correría el peligro de caer en lo cotidiano –el amor siempre debe ser nuevo y especial-, o en lo vulgar (el amor no debe expresarse groseramente, sino con delicadeza y tacto especial, yendo más allá de los instintos, hasta llegar a la profundidad de la persona amada). Las palabras que han permanecido durante el tiempo en nuestra lengua, son aquellas que nos dicen mucho, que con sólo pronunciarlas nos refieren tantas cosas. En cuanto al amor, el uso de estas palabras resulta imprescindible.

  No es lo mismo decir. “¿Quieres salir a caminar?”, a decir “¿Quieres que caminemos juntos?”. Si a la persona a la que invitamos a caminar no le gusta caminar, simplemente quizá no le seduzca nuestra invitación. Pero al decir “¿Amor, quieres que caminemos juntos?”, todo cambia, pues en la mente de la invitada aparece otra imagen: los dos, tomados de la mano, caminando románticamente. Entonces, nuestra sugerencia habrá tenido éxito, pese al disgusto natural que la amada tenía por el caminar. El éxito se debe al uso de palabras profundas, perenes: amor, juntos… palabras muy pequeñas, pero que nos dicen tanto.

  No es lo mismo que una joven le cuente a una amiga “Me echó el ojo ese tipo”, que  “Él me miró a los ojos”.   “Él”, hace a la persona única y especial, mientras que “ese tipo”, lo hace uno más, un barbaján cualquiera.  “Me echó el ojo”, se refiere a mirar con deseo carnal y malintencionado, por no decir lujurioso.  Mientras que decir, “Me miró a los ojos”, nos comunica una mirada profunda, que va más allá del mero apetito carnal, una mirada profunda que llega a los umbrales del alma. Se nota con claridad cómo cambia el sentido de la frase al usar palabras profundas en vez de palabras vulgares. Por lo tanto, si queremos emplear bien el lenguaje del amor, debemos hacer uso de estas palabras profundas que tanto nos han llenado cuando las han escuchado nuestros oídos.  ¿Cómo saber qué palabras usar? Muy fácil: emplea las palabras que alguien muy querido te haya dicho y que te hayan llenado el alma. Eso es muy práctico y se puede aplicar casi en cualquier circunstancia. ¿Crees que no es suficiente? No te preocupes, el resto lo hará  la magia del amor, si es verdadero y mutuo.

  Infinidad de cosas más se pueden decir sobre el amor y su lenguaje seductor, como también hay miles de formas de comunicar el amor.  Pero hay dos palabras que no pueden faltar en estas líneas ni en una relación amorosa: “Te amo”. Que estas palabras nunca se aparten de tus labios y nunca se apartaran los labios de tu amada de los tuyos.

 “Te amo, aunque no es tan fácil de decir, y defino lo que siento con estas palabras… Te amo…” (Nicho Hinojosa) Dedicado a mi amada…

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